En un esfuerzo por superar la desigualdad de género en el acceso a roles de liderazgo dentro de la Iglesia Católica, el Papa Francisco reconoció la capacidad de las mujeres, afirmando que "las monjas están por delante y saben hacerlo mejor que los hombres". 

Como parte de su compromiso por esta causa, el Sumo Pontífice tomó una decisión histórica al nombrar a dos monjas en cargos clave dentro del Vaticano. La decisión marca un antes y un después en la estructura de la Santa Sede.

Durante una reunión con miembros de la Fundación Hilton, Francisco llamó a eliminar la mentalidad "clerical y machista" que persiste dentro de la Iglesia. Asimismo, destacó la necesidad de invertir en la formación de las religiosas, criticando la poca inversión "porque se piensa que las monjas, y en general las mujeres, son de segunda clase".

"El trabajo en las fronteras, en los suburbios, entre los menos afortunados, requiere personas formadas y competentes", agregó en su discurso. 

Francisco reconoció las críticas por la limitada presencia de mujeres en puestos de responsabilidad, tanto en las diócesis como en la gestión de instituciones académicas y religiosas. 

En este contexto, reafirmó su compromiso de abrir nuevos espacios para las mujeres, subrayando su capacidad de liderazgo y su papel fundamental en la misión de la Iglesia. 

"Gracias a Dios las monjas están por delante y saben hacerlo mejor que los hombres. Es así... porque tienen esa capacidad de hacer las cosas, las mujeres y las monjas", concluyó el Papa.