El papa Francisco pidió que se condonen las deudas de los países más pobres
En una Plaza de San Pedro abarrotada de fieles y turistas con pancartas con los nombres de zonas del mundo desgarradas por largos conflictos y tensiones, desde Sudán a Irak, en la Jornada Mundial por la Paz, el Papa Francisco reiteró más que nunca su no a la guerra que "siempre destruye". Y pidió que ningún pueblo sea "aplastado por la deuda".
El Papa dirigió todo su agradecimiento precisamente a quienes, en las zonas conflictivas del planeta, trabajan a nivel diplomático y se esfuerzan por promover la justicia y la paz.
"Expreso mi agradecimiento a todos los que, en las numerosas zonas en conflicto, trabajan por el diálogo y las negociaciones. Recemos para que en todos los frentes cesen los combates y se persiga con decisión la paz y la reconciliación. Pienso en la atormentada Ucrania, en Gaza, en Israel, en Myanmar, en Kivu del Norte y en tantos pueblos en guerra", expresó.
Francisco recordó la tradicional Marcha Nacional por la Paz que tuvo lugar ayer en Pesaro, organizada por la Comisión de la CEI para los Problemas Sociales y el Trabajo, Justicia y Paz, Caritas Italiana, Acción Católica, Pax Christi Italia, Movimiento de los Focolares, Agesci, Acli, Libera con la Archidiócesis de Pesaro y Urbino-Urbania-Sant'Angelo in Vado.
El Papa mencionó también que ha visto películas y fotografías de la destrucción que causa la guerra. Es una aportación más que le lleva a subrayar lo que ahora repite en casi cada cita pública, acompañado de esa admonición "¡Luchen por la paz!" dirigida a algunos grupos a los que saluda para la ocasión.
"Hermanos, hermanas, la guerra destruye. ¡Siempre destruye! La guerra es siempre una derrota. Siempre. Expreso mi más sincero agradecimiento a todos", dijo.