En medio de las tensiones por el gendarme argentino detenido en Venezuela, y del fuego cruzado entre la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, por cómo se manejó el conflicto, el gobierno nacional intenta recurrir al papa Francisco para que interceda ante el régimen de Nicolás Maduro.

El Gobierno confirmó hoy que se está comunicando con el entorno del papa Francisco y con países que tienen relación con el régimen venezolano para iniciar una negociación que busca liberar al gendarme Nahuel Gallo, detenido hace más de 10 días. En este sentido, una fuente dentro de la gestión libertaria detalló a la Agencia de Noticias Argentinas que "nosotros no tenemos relación institucional con el gobierno de Venezuela, así que estamos contactándonos con el Papa y con países que tienen relación con Maduro, como Brasil, para iniciar una negociación".

Así, Javier Milei, junto con el recientemente elegido canciller, Gerardo Werthein, buscan que gobiernos con vínculos directos con la administración de Maduro intercedan o generen puentes para poder negociar la liberación de Nahuel Gallo.

Hasta el momento, el diálogo entre Buenos Aires y Caracas se encuentra roto y las declaraciones entre ambos gobiernos no han bajado el tono. Desde la administración libertaria sostienen que se trata de un secuestro y, en este marco, la ministra Bullrich exclamó que Venezuela debe liberar al gendarme argentino o atenerse a las consecuencias. Además, Javier Milei tildó de "dictador criminal" a Maduro. Por su parte, el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, replicó que "una persona fue detenida. Te metes en su Instagram, viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea? Eso no lo dicen", asegurando que el argentino formaba parte de una conspiración contra el régimen venezolano.

Gallo fue detenido el pasado 8 de diciembre, cuando intentaba ingresar a Venezuela desde Colombia. El agente viajó para reunirse con su esposa, Alejandra Gómez, quien es venezolana, y la hija de ambos, quienes tienen varios meses residiendo en el país.