En el barrio Guiñazú, zona norte de la ciudad de Córdoba, el sábado a la medianoche, un hombre de 49 años mató accidentalmente de un disparo a su hijo de 20, al confundirlo con un delincuente que creía había ingresado a la casa.

El hombre, identificado como Víctor Hugo Pérez Padilla, escuchó ruidos en su vivienda, ubicada en la zona norte de la capital cordobesa. Pensando que se trataba de ladrones, tomó su escopeta y, al divisar una silueta en el patio, disparó.

Rodrigo Pérez Marcani, el joven de 20 años, murió a causa de un disparo en el omóplato que dañó varias arterias importantes. Esto provocó un shock hipovolémico debido a la gran pérdida de sangre. El joven falleció en el Hospital Elpidio Torres. Según los médicos, el equipo de urgencia no pudo hacer nada para salvarlo.

Tras enterarse de la muerte de su hijo, Pérez Padilla sufrió una crisis nerviosa. Primero regresó a su casa, luego preparó un bolso y finalmente se entregó en la comisaría.

Después de recibir atención médica, Víctor Hugo Pérez Padilla quedó detenido a la espera de su proceso judicial.