La Policía acudió al lugar tras recibir un llamado al 911 reportando un incendio en la zona. Al llegar, el personal del Comando de Patrullas cortó la calle y los bomberos lograron apagar las llamas que envolvían el automóvil. Poco después, un hombre se presentó en la escena afirmando ser el propietario del vehículo y fue llevado a la comisaría Segunda para realizar la denuncia.

Durante el interrogatorio, el denunciante comenzó a contradecirse en sus respuestas, lo que levantó sospechas entre los agentes. En un momento de frustración, el hombre cuestionó a los oficiales diciendo: “¿A la Policía qué le importa esto?”. Esta actitud incrementó las dudas de las autoridades, quienes decidieron revisar las cámaras de seguridad de la zona.

Las imágenes obtenidas de una cámara de seguridad, mostraron al mismo hombre abriendo la puerta del auto y rociando líquidos en su interior antes de que el vehículo se incendiara. Al ser confrontado con este material, el sospechoso admitió que su intención era cobrar el dinero del seguro. Inmediatamente, fue detenido y se le imputó el delito de “falsa denuncia”, quedando a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción 17.