El papa Francisco sorprendió a todos al cancelar su participación en el Vía Crucis de forma repentina para cuidar su salud. En las últimas horas, el Vaticano confirmó su presencia en la vigilia de Pascua del Sábado Santo en la basílica de San Pedro.

Tras la decisión de renunciar al Vía Crucis que se celebró en el Coliseo ante 25.000 personas, aumentó el temor sobre la salud del sumo pontífice, quien ha confirmado que presidirá la vigilia de Pascua antes de la misa del domingo por la mañana y la bendición "Urbi et Orbi".

"Para preservar su salud en vista de la vigilia de mañana y de la misa del domingo de Pascua, el papa Francisco seguirá esta tarde el vía crucis en el Coliseo desde la residencia de Santa Marta", anunció el Vaticano poco antes del inicio de la ceremonia sin dar más precisiones.
Debido a la repentina decisión, la preocupación sobre el estado de salud de Francisco comenzó a aumentar y una fuente de la Santa Sede aclaró que se trató de "una simple medida de prudencia".
En el Vía Crucis en 2023, el papa Francisco también canceló su participación debido a las bajas temperaturas y a que se recuperaba de una hospitalización de tres días debido a una bronquitis. Además, se comunicó antes de que se diera inicio a la ceremonia.

En los últimos días, el pontífice había cumplido sus compromisos hasta presidir, según lo previsto, el oficio de la Pasión de Cristo el viernes por la tarde. Sin embargo, en sus últimas apariciones parecía cansado y se vio obligado en varias ocasiones a delegar la lectura de sus discursos invocando una bronquitis, por la cual pasó exámenes en un hospital de Roma a finales de febrero.