UN ADOLESCENTE DE 13 AÑOS ES EL PRIMER PACIENTE EN CURARSE DE UN TUMOR CEREBRAL TERMINAL

Internacionales22 de febrero de 2024 Por Prensa
Un chico es noticia mundial, porque tenía uno de los tipos de cáncer de cerebro pediátrico más mortales, pero contra todos los pronósticos, se curó de ese tumor.
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En las ultimas horas se conoció la noticia de un chico de tan solo 13 años que se curó completamente de un glioma pontino intrínseco difuso (GIPD). Este es una forma de tumor cerebral que durante mucho tiempo se consideró incurable, hasta ahora.

El glioma pontino intrínseco difuso (DIPG) es una forma rara y mortal de cáncer cerebral y según los expertos, afecta principalmente a los niños. Es que su naturaleza agresiva y la ubicación del tumor dentro del tronco del encéfalo hicieron imposible su extirpación quirúrgica.

La única forma para combatirlo hasta ahora era la radioterapia y solo lograba frenar su progresión en el paciente. El tiempo de supervivencia promedio es de tan solo nueve a diez meses después del diagnóstico.

Obviamente que los expertos se sumergieron en la búsqueda de tratamientos efectivos contra este pronostico tan letal. Y quien se convirtió en el punto de inflexión en este tema fue “Lucas”, un niño belga de seis años.

Lucas fue tratado con everolimus, y, sorprendentemente, el tumor cerebral desapareció por completo, dejándolo libre de cáncer a la edad de 13 años. “Lucas hizo pedazos todos los medidores de vida”, explica encantado su médico, Jacques Grill, piloto del programa sobre tumores cerebrales del departamento de oncología pediátrica del centro Gustave-Roussy, en el sur de París.

“Durante una serie de resonancias magnéticas, observé cómo el tumor desaparecía por completo”, aseguró el doctor Grill. “El tumor de Lucas presentaba una mutación extremadamente rara y pensamos que es esta mutación la que hizo que sus células tumorales fueran mucho más sensibles al medicamento”, añade el pediatra.

“El caso de Lucas brinda una verdadera esperanza: vamos a intentar reproducir in vitro las alteraciones que identificamos en sus células”, explica Marie-Anne Debily, quien supervisa estos estudios.

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