INQUILINOS EN CRISIS PORQUE NO PUEDEN PAGAR LOS NUEVOS MONTOS DE LOS ALQUILERES

Nacionales 12 de febrero de 2024 Por Rouse Leonor
La renovación de los contratos llega con aumentos de 400 o 500 por ciento. Una cifra que muchos ya no pueden afrontar.
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El alquiler de un departamento de 50 mil pesos en Barracas pasó a 250 mil. Una casa de 115 mil en Villa del Parque pasó a costar 680 mil. El promedio de aumentos en la renovación de los contratos "es del 400 por ciento" denuncian las asociaciones de inquilinos sobre el nuevo esquema que, desregulación mediante, deja a las familias "en la calle".

Las condiciones de la oferta hoy expulsa a los inquilinos de sus lugares habituales de residencia, los convierten en parias, sin lugar, sin un techo. Ante este escenario, muchos eligen mudarse a otra ciudad, otros vuelven con sus padres, o los padres van a vivir con sus hijos. "Cuando hay una familia, que sino, la calle", sentencia duramente una inquilina que tuvo que decidir dejar de vivir en la ciudad de Buenos Aires, aunque el cuadro de situación, y la angustia, se replica en todo el país. 

 
Desde que el DNU de Javier Milei eliminó la Ley de Alquileres se escuchan cada vez más a inquilinos que ya no pueden alquilar: lo que les piden para renovar contratos supera sus ingresos, o los deja en la desesperación de tener que elegir entre “comer o pagar el alquiler”. Los testimonios relevados  muestran un cuadro de situación que se agrava. Y en la Ciudad de Buenos Aires crece la presencia de las personas que duermen en las calles.

 
Desregulado, flexibilizado, “en modo Milei”, el mercado dio un giro el 20 de diciembre cuando entró en vigencia el DNU 70/2024. “Mucha gente pasó de pagar 60 a 250 mil pesos, y muchas familias no pueden sostenerlo”, confirman las fuentes inmobiliarias. Algunos acceden a una “renovación temporaria”, por tres meses, hasta ver qué pasa. Además “no logran reunir el monto de dos meses de depósito y tres de adelanto”, que piden hoy sobre un nuevo contrato de 250 mil pesos. Otros van a vivir con los abuelos o los padres, o se van al interior. Incluso hay quien eligió “volver a vivir con mi ex”, encontrándole una vuelta creativa del asunto. El panorama es angustiante. 


 
Aun cuando la desregulación "aumentó un poco la oferta", los precios "aumentaron mucho más" reclaman los inquilinos. Y plantean: “No pueden hacernos esto”, mientras comienzan a embalar sus cosas para cambiar de locación. Los "abusos del mercado" --en relación a salario--, como la exigencia del pago en dólares, el aumento según inflación o contratos mensuales son moneda corriente. Para alguien que pagaba en diciembre "50 mil pesos por un 2 ambientes” en CABA, pasar a 300 mil “es imposible”.

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