LA VACUNA CONTRA EL DENGUE LLEGARÁ A LA ARGENTINA
Se calcula que por cada paciente con síntomas (como fiebre, dolor en articulaciones y dolor de cabeza), hay otras 3 personas que tuvieron dengue asintomático. Por lo cual, la mayoría no son registrados en el sistema de salud. Esto significa que las infecciones reales por esta enfermedad en Argentina podría haber superado los 36.000 casos si se contaran los asintomáticos.
En ese contexto de crecimiento del impacto del dengue desde el centro hacia el norte del país, se espera la aplicación de una vacuna que ya fue aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en abril pasado.
Se conoció que podría ser alrededor segunda quincena de noviembre. En plena cuenta regresiva, el gobierno se encuentra definiendo quiénes serán los beneficiarios de la vacuna de forma gratuita a través de una campaña de vacunación pública.
De esta manera, representantes del laboratorio Takeda, los fabricantes de la vacuna, se reunieron en varias ocasiones con funcionarios del Ministerio de Salud para afinar como sería la estrategia de implementación. Ahora resta terminar de ajustar la mejor estrategia de salud.
Especialistas en epidemiología aseguraron que la nueva vacuna es “una esperanza importante para el futuro” en el combate contra el virus transmitido por el mosquito Aedes Aegypti.
Los mismos voceros del laboratorio precisaron que los vacunatorios privados tendrán a disposición el inoculante en noviembre próximo y que por ahora se está dialogando con las autoridades sanitarias que deben definir si se incorpora para su aplicación gratuita a grupos de riesgo.
La vacuna es una herramienta para la prevención contra cualquiera de los cuatro serotipos del virus del dengue. En base a los ensayos clínicos que evaluaron su eficacia y seguridad, las dosis se pueden aplicar en personas a partir de los 4 años, con o sin antecedentes de dengue, y sin la necesidad de que se haga un análisis de sangre confirmatorio previo.
El esquema completo incluye dos dosis que deben aplicarse separadas por un intervalo de 3 meses. La nueva vacuna está contraindicada en embarazadas y en período de lactancia y en aquellos individuos inmunosuprimidos. Con relación a los efectos adversos, los más frecuentes, aunque esporádicos, fueron dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, dolor muscular, malestar general y debilidad. En casos muy infrecuentes se puede presentar fiebre. Todos estos efectos fueron pasajeros, según los estudios, y remitieron sin inconvenientes.