TOMÁS ETCHEVERRY AVANZÓ A CUARTOS DE FINAL

Deportes 05 de junio de 2023 Por Agostina Morales
El platense dio el golpe en Roland Garros y y le dedicó la victoria a su hermana Magali, que murió de cáncer el año pasado.
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Tomás Martín Etcheverry, de 23 años, hizo historia en Roland Garros: venció en tres sets al japonés Yoshihito Nishioka (23°) en el court Suzanne Lenglen y avanzó por primera vez en su carrera a los cuartos de final de un Grand Slam. El platense, que venía de eliminar al croata Borna Coric (15°) en la tercera ronda, ratificó su trance de gracia. Luego de un primer set peleado, arrolló a su contendiente: se impuso por 7-6 (10-8), 6-0 y 6-1. “Es el momento más feliz de mi vida”, dijo, emocionado. En la próxima ronda le tocará batirse a duelo con otro pesado como Alexander Zverev (22°), quien barrió al búlgaro Grigor Dimitrov (28°) por 6-1, 6-4 y 6-3.

“Esto es increíble. Es un sueño hecho realidad. Gracias a mi familia, porque es muy importante para mí compartir este momento con ellos. Ahora habrá que prepararse para mañana. Estuve muy concentrado en el partido, en mis puntos. Fue un partido complicado. Intenté poder luchar cada punto y lo conseguí. Sé que hay muchos argentinos y les quiero agradecer el apoyo que me dieron. No saben lo que sirve”, subrayó tras la gran batalla que dio.

El representante albiceleste salió con todo y logró conseguir un break ante su rival, mostrando su mejor tenis. El asiático, por su parte, ingresó frío al partido, algo errático, hecho que fue aprovechado por su adversario. Pero con el platense arriba 4-2, Nishioka reaccionó y se colocó 5-4, poniendo en riesgo el set. Etcheverry retomó el saque, se mostró sólido y empató 5-5. No obstante, el japonés, más aplomado, no le dio opciones en el siguiente game: 6-5. Tommy le respondió con la misma medicina: llegó al tie break sin ceder un punto con su servicio.

Y en una definición cambiante, en la que ambos tuvieron la posibilidad de resolver en su favor, Etcheverry se impuso por 10-8 para firmar el 7-6 en 59 minutos de duración del primer set que supuso un importante empujón de confianza. Y así fue, porque quebró el saque de su rival en el comienzo y arrasó. No lo dejó reaccionar al impacto del tropiezo en una manga tan reñida como la inicial y cerró un 6-0 en apenas 25 minutos, que describe lo que sucedió sobre la arcilla.

Tommy usufructuó que Nishioka siguió groggy, errático, mientras él exhibió todo su arsenal de golpes. Sumó con su saque en el primer game del primer set y luego quebró para asegurarse un break y saborear el 2-0. Inmediatamente, a pura potencia y ubicuidad, defendió su servicio y tomó distancia de tres. Allí Yoshihito pidió atención médica, alegando molestias inguinales. Fueron seis minutos de demora hasta que el nipón regresó a la cancha con mayor impulso. Dio batalla, pero no pudo evitar que el argentino se apuntara el 4-0.

El siguiente game resultó un trámite, sin atenuantes. El 5-0 puso al platense a un paso del gran golpe. Pero Nishioka hizo valer su servicio, descontó y trató de vender cara su derrota. Al tercer match point, una derecha larga del japonés sentenció el pleito. Tommy se arrodilló, se tomó el rostro, se dejó bañar por la ovación. Y tomó noción de su logro.

El albiceleste, actual 49 del mundo, atraviesa un gran presente. Antes de arribar a la capital francesa solamente había ganado un partido en un torneo Grand Slam (en el Abierto de Australia, en enero pasado) y ahora suma cuatro alegrías consecutivas (en primera ronda del certamen en polvo de ladrillo avanzó tras el abandono del británico Jack Draper -había ganado el primer set por 6-4-, y luego había eliminado al australiano Álex de Minaur -número 19 del planeta-, por 6-3, 7-6 y 6-3. Además, vale destacar que pisó sus dos primeras finales en el ATP Tour en 2023 sobre arcilla (Santiago y Houston).

“Vengo jugando un tenis espectacular, el mejor tenis de mi vida. Intenté enfocarme en cada punto. Estoy muy orgullo de cómo pude pelear el partido. Lo venía haciendo, entrenando bien. Ni bien llegué a Roland Garros intenté jugar este gran tenis”, ilustró su confianza.

“Lo vi jugar millones de veces a Alexander Zverev. La verdad es que jugar un cuartos de final de Grand Slam es impresionante. Estoy cansado, pero no perdí un set y estoy bien”, respetó al ex N° 2 del mundo hace apenas un año, pero no bajó la guardia. Quiere que lo dejen seguir soñando. Y se lo ganó.

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