Ocurrió en el colegio CEIP Miguel Hernández, en Sevilla, en lo que sería el arenero del patio de juegos, en donde dos menores de 4 años, encontraron un preservativo usado.

En su inocencia, creyendo que era un globo, y comenzaron a inflarlo. Cuando uno de ellos se lo enseñó a sus padres, estos se dieron que se trataba de un preservativo usado y los llevaron de urgencia al hospital.

Fueron trasladados el centro médico para realizarle las pruebas correspondientes y así descartar cualquier tipo de enfermedad.

Por fortuna dieron negativo, aunque los estudios tendrán que ser realizados próximamente para descartar en su totalidad cualquier enfermedad. 

Tras el gran susto que vivieron estas familias, el arenero quedó clausurado de forma inmediata y fue requisado por los operarios correspondientes. Los padres de los alumnos del colegio CEIP Miguel Hernández ya se habían quejado anteriormente porque las paredes que separan el colegio del resto de los terrenos no son suficientes para que la gente externa entre al predio.