DURANTE LAS PRÓXIMAS DÉCADAS, UNA “MINILUNA” ACOMPAÑARÁ A LA TIERRA

Tecnologia 15 de febrero de 2023 Por Betina Almada
El asteroide 2022 NX1, de entre cinco y 15 metros de diámetro, se ha unido temporalmente al viaje anual que realiza nuestro planeta alrededor del Sol, según observaciones realizadas con el Gran Telescopio Canarias.
63e3f7168bdbb

En julio de 2022, un grupo de astrónomos aficionados descubrieron un nuevo objeto desde un remoto observatorio de las montañas Hakos, en Namibia. Al principio se dudó si se trataba de algún tipo de basura espacial o era natural: quizá un asteroide o un trocito de la Luna.

"Su órbita similar a la de la Tierra y su evolución orbital sugieren que podría ser de origen artificial, lanzado desde nuestro planeta hace décadas, o bien un fragmento lunar", publicó la Unión Astronómica Internacional en sus Minor Planet Electronic Circulars (MPEC), donde ya aparece oficialmente con el nombre de 2022 NX1.

Al mes siguiente, el 6 de agosto, astrónomos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) observaron el objeto con OSIRIS, un espectrógrafo y generador de imágenes instalado en el Gran Telescopio Canarias, en la isla de La Palma.

Los resultados, publicados ahora en la revista Astronomy & Astrophysics, confirman que se trata de un asteroide con unas características superficiales incompatibles con material de origen lunar. El albedo (radiación reflejada) deducido a partir de su espectro indica que su tamaño está entre los cinco y 15 metros y, respecto a su composición, podría ser tanto de tipo rocoso como uno con mayor contenido en metales.

"2022 NX1 sigue un movimiento coorbital con nuestro planeta, es decir completan juntos una órbita en torno al Sol en 365 días, viajando a la misma velocidad —explica a SINC el primer autor, Raúl de la Fuente Marcos, de la UCM—, pero, en general, no gira alrededor de nuestro planeta como la Luna, sino que se mueve en una trayectoria de herradura".

"A consecuencia del encuentro cercano a finales de ese año o principios de 2052, su trayectoria posterior podría resultar alterada de tal modo que tendría una cierta probabilidad de colisionar con la Tierra a partir de diciembre de 2075", advierte De la Fuente Marcos, aunque matiza: "Su tamaño es inferior al del asteroide que dio lugar al superbólido de Cheliábinsk sobre esa ciudad rusa en 2013, así que las consecuencias de un posible impacto serían mínimas".

banner-wapp2

Te puede interesar