El viernes 3 de febrero, un tren descarriló en East Palestine, un pueblo de 5 mil habitantes. Durante días fue imposible para los bomberos acercarse al incendio debido a la toxicidad de la carga que volcó durante el accidente: cloruro de vinilo en estado líquido, un tipo de químico inflamable utilizado en la fabricación de PVC. 

La población debió de ser evacuada mientras se ponía en práctica una "explosión controlada" para evitar riesgos de una mayor filtración del químico. Sin embargo, esta "liberación" también generó peligrosos subproductos: cloruro de hidrógeno y fosgeno, un gas que fue utilizado como arma química durante la Primera Guerra Mundial. 

Pese a que en los últimos días las autoridades aseguraron los residentes que era seguro regresar, muchos todavía no volvieron a sus hogares. Según CNN, están preocupados por los riesgos a largo plazo que los funcionarios ambientales apenas comienzan a evaluar.

"Inhalar cloruro de vinilo puede generar mareos, náusea, dolor de cabeza y dificultades para respirar", explicó Ashok Kumar de la Universidad de Toledo a la cadena ABC. Por su parte, Kevin Crist, de la Universidad de Ohio, alertó sobre el riesgo de desarrollar cáncer de hígado y otros órganos para quienes estén expuestos al químico, que describió como una "niebla ácida".

De hecho, el Departamento de Servicios de Salud de Winsconsin sostuvo que “los estudios en humanos y animales muestran tasas más altas de cáncer de hígado, pulmón y varios otros tipos de cáncer" a quienes se exponen a esta sustancia.

“La exposición al cloruro de vinilo puede afectar el hígado, los riñones, los pulmones, el bazo, el sistema nervioso y la sangre de una persona. Las personas expuestas a niveles extremadamente altos pueden tener un mayor riesgo de aborto espontáneo y defectos de nacimiento. Se han producido daños en los órganos productores de esperma masculinos en animales de laboratorio”, concluyó el informe.

Por si fuera poco, cientos de reportes de animales muertos por intoxicación en las zonas cercanas inundaron las redes sociales: desde peces y ranas en los arroyos locales, hasta mascotas en las casas de quienes volvieron, avivando los temores del posible impacto en la salud de las personas, de acuerdo a The New York Post.

Taylor Holzer, propietario de una granja en las afueras de la zona de evacuación East Palestine, le dijo a WKBN que varios zorros que tiene en su propiedad murieron “de la nada", poco después de la explosión. En el caso de los animales sobrevivientes, aseguró que empezaron a mostrar "ojos llorosos, caras hinchadas, y se negaron a comer durante varios días".