EL EMBARAZO MODIFICA EL CEREBRO DE LAS MUJERES

Salud y Bienestar 25 de noviembre de 2022 Por Betina Almada
El embarazo transforma el cerebro de las mujeres para favorecer el vínculo con sus hijos. La potente actividad hormonal durante la gestación, con similitudes con la de la adolescencia, produce cambios cerebrales que facilitan la relación con el bebé.
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Tener hijos cambia la vida y también el cerebro. Un estudio de la revista Nature Communications muestra que la liberación de hormonas durante la gestación modifica la estructura cerebral de las embarazadas y las predispone a algunos comportamientos maternales, como la creación de un vínculo, con el feto primero y con el bebé después, o incluso la preparación del hogar para la llegada de la criatura, un comportamiento que se observa en muchos animales.

Las autoras, lideradas por Elseline Hoekzema, del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos), siguieron a 40 mujeres antes del embarazo, durante la gestación y después del parto, para observar los cambios en su cerebro en esas etapas.

Durante ese tiempo, a través de técnicas de diagnóstico por imagen, observaron un incremento en la actividad de la red neuronal por defecto (RND), un conjunto de regiones del cerebro interconectadas, o una disminución de la materia gris, un efecto que ya se había visto en embarazadas en estudios anteriores. Todas estas modificaciones están relacionadas con intensos cambios en los niveles hormonales, en particular con el pico de estradiol que se produce en el tercer trimestre.

Hoekzema reconoce que no se puede asegurar con certeza que estos resultados signifiquen que el cerebro de la mujer se reprograme para cuidar de su bebé. Sin embargo, sí que han visto “que estos cambios en el cerebro están relacionados con las respuestas fisiológicas y neuronales de la madre ante los niños” con aspectos de su “comportamiento maternal” y con “problemas en las relaciones madre-hijo”.

“Así que hay indicios de que estos cambios cerebrales, de una forma similar a otros mamíferos, desempeñan un papel en la estimulación del cuidado materno y en la supresión de las reacciones negativas a los pequeños”, afirma. Sobre este último punto, la investigadora cuenta que las ratas “tienden a evitar o incluso rechazar a sus crías, pero un tratamiento hormonal que imite al embarazo puede producir comportamientos maternales en estas hembras, reduciendo su reacción negativa hacia ellas y haciendo que las crías les produzcan una sensación de recompensa grande”.

Las autoras consideran poco probable que factores como la consciencia de estar embarazada u otros aspectos psicológicos puedan explicar los grandes cambios en la estructura y la función de los cerebros que han registrado. “No se han encontrado asociaciones con otros factores como el estrés o los niveles de sueño”, indica Hoekzema, que asegura: “Aunque es difícil separar los factores fisiológicos de los psicológicos, pensamos que los aspectos biológicos del embarazo representan los factores más fuertes que desencadenan estos cambios”.

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