¿QUE SUCEDE CUANDO DORMIMOS MENOS DE SEIS HORAS?

Salud y Bienestar 26 de julio de 2022 Por Agostina Morales
Una gran cantidad de estudios científicos en los últimos años han demostrado que no dormir lo suficiente puede provocar una serie de enfermedades que además son potencialmente mortales.
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Dos tercios de los adultos en todas las naciones desarrolladas no obtienen las ocho horas recomendadas. Si el cuerpo duerme menos de 6 horas por noche: 

*Pérdida de memoria

*Aumento de peso

*Baja del deseo sexual 

*Más dolor 

*Enfermedades del corazón

*Diabetes 

*Inmunidad debilitada

Aproximadamente uno de cada 4 millones de personas, que nace con un gen que les permite prosperar con la mitad de esa cantidad. Pero para la gran mayoría, dormir rutinariamente menos de seis o siete horas por noche destruye su sistema inmunológico y aumenta significativamente el riesgo de desarrollar numerosas formas de cáncer.

¿A quién no le ha pasado: querer comida a toda costa cuando está cansado? La realidad es que dormir muy poco aumenta las concentraciones de una hormona que nos hace sentir hambre, mientras suprime una hormona que dicen que estás satisfecho.

Rutinariamente no dormir lo suficiente se ha relacionado con un mayor “desgaste” de nuestras células. Se cree que este tipo de interrupción de nuestros genes da lugar a tumores cancerosos. Un estudio de 2019 descubrió que las personas que trabajan en turnos de noche tienen un 30 % más de daño en su ADN en comparación con las que trabajan en horario normal.

El vínculo entre un patrón de sueño poco saludable y un corazón no saludable se está volviendo innegable. A medida que nos acercamos a la mediana edad, y nuestro cuerpo y nuestra salud comienzan a deteriorarse, aumenta el impacto de la falta de sueño en el sistema cardiovascular.

Los adultos de 45 años o más que duermen menos de seis horas por noche tienen un 200 % más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral durante su vida, en comparación con los que duermen de siete a ocho horas por noche.

Este hallazgo, de un estudio de 2012 de la Universidad de Chicago, enfatiza lo importante que es priorizar el sueño en la mediana edad, que lamentablemente es el momento en que las circunstancias familiares y profesionales nos alientan a hacer exactamente lo contrario.

Un creciente cuerpo de evidencia muestra que no dormir lo suficiente en la mediana edad está relacionado con la demencia más adelante en la vida. Se cree que cuando no dormimos lo suficiente, no le damos al cerebro el tiempo para drenar la beta amiloide y otras placas.

Esto permite que las sustancias continúen acumulándose, día tras día, hasta que causen el trastorno que roba la memoria. Un estudio de 8,000 británicos de 50 a 70 años el año pasado encontró que aquellos que dormían menos de seis horas por noche en la mediana edad tenían un riesgo 30 por ciento mayor de demencia de aparición tardía.

La corta duración del sueño puede conducir a la obesidad a través de un aumento del apetito a través de cambios hormonales causados por la falta de sueño. La falta de sueño produce grelina, una hormona que, entre otros efectos, estimula el apetito.

No es una coincidencia lo que le pasa a muchas personas de no dormir lo suficiente durante algunas noches seguidas y, de repente, tener un resfriado desagradable. El sueño reabastece el arsenal de nuestro sistema inmunológico, lo que ayuda a combatir la malignidad, previene infecciones y evita todo tipo de enfermedades.

Cuando caes enfermo, el sistema inmunitario estimula activamente el sistema del sueño, exigiendo más reposo en cama para ayudar a reforzar el esfuerzo de guerra. Se ha demostrado que la privación del sueño suprime la producción de anticuerpos y células T, que son vitales para combatir las infecciones.

No dormir lo suficiente por la noche puede matar el impulso sexual de los hombres. Un estudio realizado por la Universidad de Chicago en 2011 encontró que aquellos que duermen menos de cinco horas por noche durante períodos de más de una semana tienen niveles significativamente más bajos de testosterona que aquellos que descansan toda la noche.

La investigación muestra que el sueño profundo deficiente o insuficiente tiene un efecto dramático en el metabolismo del cuerpo y la conversión de azúcar en energía, lo que aumenta el riesgo de diabetes. Solo tres noches de sueño interrumpido pueden tener el mismo efecto en la capacidad del cuerpo para controlar los niveles de azúcar que aumentar más de dos kilos de peso y estar en un estado prediabético.

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