Javier Reinaldo Broy, de 37 años, era intensamente buscado por los agentes policiales desde el 15 de abril, cuando luego del crimen en Yuto se fugó hacia una zona de Yungas de la misma provincia. Ahora, quedó a disposición de la Justicia jujeña.

Un vocero de la policía señaló: “Tras averiguaciones y consultas a los efectivos de Salta, se logró dar con el asesino del doble femicidio, que pretendía refugiarse en la casa de un familiar de esa localidad”.

De hecho, el acusado estuvo en la casa de un familiar creyendo que tenía un lugar para hospedarse, pero como los parientes sabían lo que había ocurrido, decidieron entregarlo a la policía.

“Al parecer, caminó unos 80 kilómetros desde Yuto a Apolinario Saravia o alguien lo acercó. En el pueblo lo vio un puestero”, comentó Horacio Herbas Mejías, jefe de la policía de Jujuy.

Los crímenes sucedieron en la noche del viernes 15 en la ciudad de Yuto, en Salta, luego de que la exnovia del acusado, Pamela Gorosito, lo denunciara por violación. Anteriormente, ya había sido incriminado por un caso de violencia de género. Debido a esto, la ayudante fiscal del Ministerio Público de la Acusación había imputado al hombre y aguardaba las medidas procesales del Juzgado de Violencia de Género.

Mientras esto ocurría, Javier Reinaldo Broy se dirigió al domicilio de la expareja y la mató de un disparo. Al escuchar las detonaciones, la hermana salió a defenderla y también fue asesinada. De acuerdo con los trascendidos, la madre de ambas estaba en la casa e intentó protegerlas, pero el femicida la golpeó y escapó.

Posteriormente, efectivos de la seccional 22º recibieron un llamado de un vecino sobre un crimen ocurrido en la vivienda de la misma mujer que había realizado la denuncia horas antes.

Cuando el personal policial llegó al lugar encontró a la primera de las víctimas tendida en el suelo: se trataba de Pamela Gorosito, de 23 años. Rápidamente, personal del Sistema de Atención de Emergencia Médica (SAME) la trasladó a un hospital local, aunque ingresó sin vida.

Mientras los efectivos policiales permanecían en el lugar, un hombre les advirtió que en un sendero cercano había otras dos mujeres tiradas. Cuando fueron a esa zona, observaron el cuerpo de una joven con un disparo en la cabeza. En este caso se trataba de Ramona Gorosito, la hermana de Pamela.