MÁXIMO KIRCHNER RENUNCIÓ A LA JEFATURA DEL BLOQUE DEL FRENTE DE TODOS

Nacionales31 de enero de 2022 Por Agostina Morales
El hijo de la vicepresidenta dio un paso al costado por no compartir la estrategia del gobierno en la negociación con el FMI.
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El diputado Máximo Kirchner renunció a la presidencia del bloque del Frente de Todos en Diputados como consecuencia del entendimiento del Gobierno de Alberto Fernández con el FMI.

“Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional”, afirmó el hijo de Cristina Kirchner. Mientras tanto, la vicepresidenta se mantiene en silencio tras el anuncio del Ejecutivo.

Máximo Kirchner anticipó que permanecerá dentro del bloque “para facilitar la tarea del Presidente y de su entorno”.

“No aspiro a una solución mágica, solo a una solución racional”, dijo en relación con el entendimiento al que llegó el equipo de Martín Guzmán con la entidad internacional para refinanciar el préstamo por US$44.500 millones que tomó el país en 2018. Aunque todavía faltan detalles técnicos para sellar el acuerdo definitivo.

El diputado recordó que, pese a estar en desacuerdo con algunos artículos, como Jefe de Bloque acompañó la sanción de la Ley que aprobó la reestructuración de la deuda privada en moneda extranjera, sin quita de capital pero con quita de intereses, realizada por el Gobierno en 2020: “Comprendí el contexto y arreciaba la pandemia”.

Y complementa con una de las frases más duras de la carta: “Dejé los prejuicios de lado y también los agravios recibidos para conformar el Frente de Todos, no así las convicciones”.

El comunicado completo de Máximo Kirchner

He tomado la decisión de no continuar a cargo de la presidencia del Bloque de Diputados del Frente de Todos. Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación, a quien nunca dejé de decirle mi visión para no llegar a este resultado.

Permaneceré dentro del bloque para facilitar la tarea del Presidente y su entorno. Es mejor dar un paso al costado para que, de esa manera, él pueda elegir a alguien que crea en este programa del Fondo Monetario Internacional, no sólo en lo inmediato sino también mirando más allá del 10 de diciembre del 2023.

Desde el día en que, en el año 2018, Mauricio Macri trajo de regreso a la Argentina al FMI, a quien Néstor Kirchner a través de la cancelación histórica de una deuda de 9.800 millones de dólares, lograra desterrar de nuestro país por ser el detonante clave en cada crisis económica desde la vuelta de la democracia y cuyo símbolo más elocuente fue la crisis del año 2001, sabíamos que este sería el problema más grande para nuestro país. Sobre todo por la magnitud y excepcionalidad del préstamo que alcanzara los 57.000 millones de dólares (casi 6 veces el monto cancelado en el año 2005) y del cual se desembolsaron 44.500 millones de dólares en sólo un año, perdonando además, todos y cada uno de los incumplimientos del Gobierno de Macri y violando su propio Estatuto constitutivo.

Macri tenía que ganar la elección. No aspiro a una solución mágica, sólo a una solución racional. Para algunos, señalar y proponer corregir los errores y abusos del FMI que nunca perjudican al Organismo y su burocracia, es una irresponsabilidad. Para mí lo irracional e inhumano, es no hacerlo. Al fin y al cabo, el FMI demuestra que lo importante no son las razones ya que sólo se trata de fuerza. Quizás su nombre debiera ser Fuerza Monetaria Internacional. Y como veo que siempre se interesan por los gastos, podrían ahorrar en economistas caros ya que para hacer lo que hacen sólo basta con gente que sepa apretar prometiendo el infierno si no se hace lo que ellos quieren.

Y si algunos dudan de mi nivel de pragmatismo les recuerdo que como Jefe de Bloque acompañé la sanción de la Ley que aprobó la reestructuración de la deuda privada en moneda extranjera, sin quita de capital pero con quita de intereses, realizada por el Gobierno en el año 2020, a pesar de estar en profundo desacuerdo con algunos de sus artículos. Comprendí el contexto y arreciaba la pandemia.

Dejé los prejuicios de lado y también los agravios recibidos para conformar el Frente de Todos, no así las convicciones. No lamento haber brindado un trato que no fue recíproco. Entendí desde el momento en que CFK nos dio la instrucción de construir el Frente de Todos que lo sucedido hasta su conformación no podía obturar lo que vendría. Lamentablemente fui uno de los pocos que actuó de esa manera.

   

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