A días del lanzamiento de la misión Artemis, que tenía como objetivo desviar un asteroide, la NASA compartió imágenes impactantes de los telescopios Hubble y James Webb, los cuales capturaron la galaxia espiral IC 5332.

Este "experimento" logró mostrar las capacidades de cada artefacto. El Hubble, por su parte, logró mostrar el polvo estelar, como así también el brillo que formaba parte de estrellas que estaban en el espiral.

En tanto, el James Webb fue más allá y sí logró capturar las zonas más oscuras de la galaxia. Desde la NASA explicaron que pueden verse las zonas oscuras gracias a la luz infrarroja del telescopio, capturada con el lente MIRI (instrumento Mid- InfraRed), único instrumento que es sensible a través del espectro electromagnético. De esta forma, se permiten captar datos de luz que emiten los objetos, pero que no la reflejan.

Además, indicaron que el lente del Webb debía estar frío, más precisamente a -266°, lo que mejora sus condiciones de operación. En ese sentido, los astrónomos de la NASA señalaron que los espejos del Hubble, por el contrario, no estaban lo suficientemente fríos.

A pesar de las diferencias, ambos telescopios se complementan con el objetivo de contribuir a conocer cada vez más el enigmático mundo espacial.