El pago de obras sociales a meses y la inflación afecta a las farmacias, ya que el vender algún medicamento a un precio y cobrarlo después a sesenta días significa una pérdida y representa una dificultad a la hora de mantener un stock adecuado para la atención de toda la seguridad social. Lo cual repercute en una concentración en las farmacias, algo que se espera evitar.

"El convenio con PAMI se renovó en el mes de marzo y hasta el momento se viene cumpliendo. Lo que nos preocupa el precio fijo con el que trabaja PAMI con respecto al incremento de precios que ha quedado un poco desfasado. Hace muy difícil que todas las farmacias puedan atenderlo, hay que tener el capital para seguir manteniéndolo", adelantó Carrasco, y explico que representa una pérdida porque los gastos fijos también aumentan, así que la rentabilidad siempre es menor.

Por otra parte, pudimos dialogar con la presidenta de la cámara sobre su opinión respecto a la venta libre de medicamentos. "Es un golpe duro para todo el sector. Vemos que la salud de la comunidad está en riesgo", inició, y agregó "vemos bolseos que saca de un bolso negro analgésicos, antibióticos, productos para los espasmos y nosotros no sabemos cual es la procedencia de los mismos", refiriéndose al desconocimiento absoluto sobre la elaboración de estos productos que sirven para el bienestar de las personas.

La diferencia entre estos negocios con venta libre de medicamentos y las farmacias recae en el control. Las farmacias son firmemente visitados y se realiza un control completo tanto del lugar y sus condiciones de salubridad como así también el control atento a las fechas de vencimiento de los productos, algo que no ocurre en otros lugares en los que se puede disponer de medicamentos.